“La intención al escribir este libro, aparte de la necesidad que uno siente de contar historias, no es tanto que el lector se haga vegetariano o vegano (o sí, si así lo decide) como que cambie la mirada que tiene hacia los animales más próximos, los que acaban en nuestro plato. Que deje de verlos como un producto, una mercancía, algo que no siente ni padece, como un objeto que nunca tuvo vida, sin pasado, presente ni por supuesto futuro”, explica Javier Morales en El día que dejé de comer animales. En esta nueva edición ampliada con un epílogo, el autor nos cuenta con honestidad, sin dogmatismo y sin eludir sus propias contradicciones cómo ha sido su conversión al veganismo en un relato autobiográfico a mitad de camino entre el ensayo y el reportaje periodístico. Cuando parece que por fin la sociedad ha comenzado a despertar y a darse cuenta de las condiciones de vida en la que viven millones de animales de granja, Javier Morales nos recuerda nuestra responsabilidad ética hacia los seres vivos que comparten con nosotros el planeta.