Florián es un chico impaciente y quiere todo enseguida. Le gustaría convertirse en brujo y ocupar el lugar de su maestro, pero sólo es un aprendiz. Un día en el que el brujo tiene que ausentarse, encuentra la ocasión para probar las fórmulas mágicas que éste le enseñó... Menos mal que el brujo es un brujo curandero, capaz de arreglar cualquier desastre e incluso de curar a Florián de sus defectos.
El poema de Goethe no ha cesado de inspirar a otros artistas: A Paul Dukas para una pieza musical, a Walt Disney para un dibujo animado, a Tomi Ungerer y a Gerda Muller para sendos libros ilustrados. Esta historia universal ha sido recreada en el libro de Gerda Muller con gran minuciosidad en los detalles y con una buena dosis de humanismo.